Stellantis y Renault avisan de "decisiones dolorosas" en las fábricas si la UE no potencia la producción y venta de coches pequeños

Los patrones de Stellantis, John Elkann, y del Grupo Renault, Luca de Meo, han lanzado una seria amenaza a la UE en caso de que no introduzca reglas que favorezcan la producción y venta de coches pequeños. "El mercado actual de estos vehículos es un desastre, ha pasado del 50% al 5% y si no cambia el rumbo, tendremos que tomar decisiones difíciles para el sistema de producción en los próximos tres años», asegura el primero de ellos, aunque su opinión es compartida por el segundo en una entrevista conjunta publicada por el diario Le Figaro.
"Por el contrario, si hay una decisión política clara, si reconstruimos el mercado y los volúmenes, ambos estamos convencidos de que podremos seguir produciendo en Europa, incluida Europa Occidental» aclara Elkann.
España, la más afectadaLa advertencia, además, apunta a tres países: "La lucha por el coche popular puede y debe ser liderada por Francia, Italia y España. Estos tres países son los más afectados", señala el CEO de Renault en la entrevista. Porque sus habitantes son los compradores de estos coches y también son quienes los producen. Por ejemplo, España es el primer país del mundo en producción para Stellantis y, en el caso de Renault, consituyen su polo mundial de vehículos híbridos.
Además, aclaran, estos tres países "pesan más que Alemania en términos de producción". Porque la crítica a Alemania es recurrente por el peso que tienen sus fabricantes, especialmente los premium, y que se traduce en "demasiadas reglas concebidas para los automóviles más grandes y más caros, lo que no nos permite hacer coches pequeños rentables". Como resultado, "las normas europeas hacen que nuestros coches sean cada vez más complejos, más pesados, más caros y que la mayoría de la gente simplemente no pueda pagarlos", insiste De Meo, quien pone un ejemplo: "Entre 2015 y 2030, el coste de un Renault Clio ha aumentado un 40% y el 92,5% de ese incremento es atribuible a la reglamentación".
Más seguros y... más carosPor ejemplo, la última normativa de seguridad GRS2, obligatoria desde julio del año pasado, implica que todos los vehículos nuevos lleven una asistencia que evite el cambio involuntario de carril. "¿Es necesario en vehículos que pasan más del 95 % del tiempo en ciudad?" se pregunta De Meo, quien también recuerda que un utilitario tiene que obtener los mismos resultados en pruebas de choque frontal que un gran vehículo de lujo "que tiene el capó tres veces más largo. Es una cuestión de pura física. ¿Lo tengo que hacer de tungsteno?"
En este sentido, Elkann recuerda que hasta una cuarta parte de los ingenieros de Stellantis trabaja para cumplir las nuevas normas. Y se espera que, de aquí a 2030, entren en vigor un centenar de ellas, lo que "encarecerá los precios en otro 40%". Por eso, concluyen, "pedimos una normativa diferenciada. No es posible tratar un automóvil de 3,80 metros como uno de 5,5 metros".
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